Tras un 2012 bastante regulero en lo referente a lanzamientos para la última portátil de Nintendo, 3DS, la compañía decidió ponerse las pilas el pasado año y comercializar grandes títulos que hicieran las delicias de muchos. Así fue como apareció Pokémon X/Y, Luigi´s Mansion o Bravely Default entre un grueso listado de grandes estrellas que desfilaron por la alfombra roja de los videojuegos.
Se van a estampar contra el suelo. Como si lo viera.
No obstante, hay uno que destacó por encima de los demás, no sólo por ser ya de por sí un gran juego, sino por reavivar las llamas de una saga venida a menos y cuyos ecos comenzaban a ser cada vez menos intensos -debido a la monotonía de sus mecánicas-. Nacía en este contexto Fire Emblem: Awakening. Y menudo despertar que supuso…
Además de las vivencias de Chrom, la Venerable y los Custodios, este pequeño cartucho sobresale de la media por una cosa. quien haya pensado en las posibilidades de matrimonio entre los personajes no andaba del todo desencaminado, pero no era en sí el punto a tratar. Más bien hablábamos de su banda sonora.
Compuesta por auténticos temazos épicos, otros de corte coral y algunos de pura melancolía, no podemos sino evitar hacer alusión a la composición más desgarradora de todo el juego. Echas un vistazo si acaso os atrevéis a sentir como la pesadumbre y la impotencia recurre vuestras entrañas…
Un plan. Una lucha a muerte y un sacrificio por la humanidad. Eso -y más- es lo que simboliza y trae consigo Don´t speak her name!, creación que arranca con un suave ritmo de piano que da paso a un acompañamiento de violín, culminado por una explosión sinfónica que abraza al instrumento rey. Posteriormente coge las riendas de la instrumentación en un corto y breve solo, que hará de preámbulo al cierre del tema.
Con esta equilibrada sinfonía, se pone el broche de oro a uno de los momentos más importantes y profundos de la historia, que marcará un antes y un después en la actitud y forma de ver el mundo de más de un personaje. Esta mezcolanza de sentimientos inquietantes y profundos no han pasado al olvido para muchos seguidores de la aclamada saga y han aprovechado la ocasión, de un modo u otro, para rendirle pleitesía a esta entrega, pero sobre todo a este auténtico temazo. Aquí mismo los tenéis.
Entre ellos podréis escuchar una versión exclusiva a piano (más profunda aunque tranquila que la original), una revisión a mayor velocidad, una representación a violín de una fan y un arreglo con dos pianos y alguna ligera modificación del “alma máter”. Además, con partitura.
Esperamos que os haya gustado frikartistas. Nos veremos en el siguiente Códec. Y ya sabéis…no pronunciéis su nombre, o la desesperación desatada de esta melodía os arrebatará…
